Michel de Montaigne

Cuando alzamos el brazo para golpear, nos duele si damos el golpe en vago; y para que una vista sea placentera no ha de perderse en las vaguedades del aire, sino que debe hallarse a razonable distancia y sobre sólido.  Asimismo parece que el alma excitada y conmovida se extravía en sí misma si no se le da a qué aferrarse, y por ello es menester proporcionarle objeto a que se prenda y por el que obre.  Dice Plutarco, respecto a quienes se aficionan a monos o gozquecillos, que la parte amorosa que hay en nuestra alma, a falta de legítimo prendamiento, se forja uno falso y frívolo por no hallarse vacía. Vemos también que el alma, en sus pasiones, se erige temas falsos y fantásticos, incluso contra su propia creencia, antes que carecer de cosa en qué ocuparse.

 "De cómo el alma pone sus pasiones en objetos falsos cuando le faltan los verdaderos", Michel de Montaigne 

Si sou servits

Feia anys que no sentia l'expressió "si sou servits". La diu la persona que comença a menjar al qui té al costat i no menja. A...