La gran elecció

En la vida no suelen ocurrir "cosas importantes". Al volver la vista atrás, al buscar el instante en que ocurrió algo decisivo, algo definitivo e irremediable -la experiencia o el accidente que decidió nuestra vida posterior- tan sólo encontramos algunas huellas sin importancia, a veces ni siquiera esto. En realidad no existe más experiencia que la familia, como tampoco existe más tragedia que el momento en que te ves obligado a decidir si permaneces en el seno de la familia y sus variantes a escala más amplia, como la clase social, la ideología, la raza, o bien te marchas por tu propio camino, a sabiendas de que te quedas solo para siempre, de que eres libre, estás a merced de todo el mundo y sólo puedes contar contigo mismo... Yo tenía catorce años cuando me escapé de casa, y después ya sólo regresé de visita, en los días de fuesta, durante breves temporadas; como el tiempo es un analgésico muy fuerte, a veces parecía que la herida había cicatrizado. Sin embargo, volvió a abrirse mucho después, quince, veinte años después, sin sorpresa y sin razón alguna, causando un dolor casi insoportable que se apaciguó poco a poco sin llegar a ser mencionado. Me gustaría decir la verdad Estoy intentado acostumbrarme a la verdad como un enfermo muy grave se acostumbra a la peligrosa y amarga medicina que puede matarlo o curarlo; al fin y al cabo no tengo nada que perder. La verdad es que no puedo culpar a nadie ni por mi carácter ni por el curso de mi destino.

Sándor Márai
Confesiones de un burgués

Un tomb per l'infern

Acabo de superar un parell de dies de febre. Quan aquesta s'apropa als 38 graus els pitjors successos de la meva vida passen pel meu cap, em deixen amarat de suor i els ànims per terra. Vull dir aquells dels que més me n'avergonyeixo. Retornen cruament, com si estiguessin passant en aquest moment, encara que cregués que els tenia oblidats i cicatritzats, Durant l'estat febril he de romandre tapat al llit, tot ben fosc i en dejú. Un paracetamol periòdic i anar tirant. Quan he fet una suada forta i tinc una persona estimada al costat, em llevo, prenc un bany, m'estic un quart d'hora a l'aigua i faig una bona ensabonada. Mentre sóc a l'aigua la meva dona ventila l'habitació, canvia els llençols, em prepara un pijama i  em deixa a punt un suc de taronja. Repeteixo l'operació del bany un cop al dia. Feia temps que no tenia aquesta febre. Potser tres anys. Quan el cos recupera la temperatura normal, em noto ple d'energia i els episodis passats tornen al seu lloc.

L'imperi

La estatua ecuestre de Pedro I se levanta a la orilla del Neva, a una de las extremidades de la inmensa plaza de Isaac. Su severo semblante mira al río, y parece animar todavía esa navegación creada por su genio fundador. Todo lo que el oído escucha, todo lo que contempla la vista en este soberbio teatro, no existe sino por un pensamiento de la poderosa cabeza que hizo salir de en medio de un terreno pantanoso tantos y tan magníficos monumentos. Sobre estas desoladas riberas, de donde la naturaleza había desterrrado, al parecer, toda vitalidad, Pedro asentó su capital y se creó nuevos súbditos. Su terrible brazo se halla todavía extendido sobre su posteridad, que se agrupa alrededor de su augusta efigie; se le mira, y no se sabe si esa mano de bronce protege o amenaza.
 
Joseph de Maistre,  Las veladas de San Petersbutgo

La cultura la fas o te la fan

Article publicat a la revista Tot Molins L’altre dia em vaig sorprendre donant copets a la taula amb els dos dits índex a ritme de reggaeton...