Costumbre religiosa ortodoxa que consta en la celebración de una misa especial en recuerdo de la persona fallecida, a la que sigue un banquete de carácter ritual. En este caso, el parastas hubiera seguido a la exhumación del cadàver al cabo de siete años, siguiendo otra costumbre ortodoxa que, de acuerdo a un ritual religioso específico, prevé el lavado de los huesos con vino y una nueva inhumación del cuerpo.
—Sí, -prosiguió Pirgu, amorteciendo aún más la voz y la mirada-, ¡qué hermoso será! Y yo llevaré tus condecoraciones en un comí hasta la sepultura. Y, al cabo de siete años, cuando te desentierren para el gran parastas, apuesto que te encontrarán igual de emperifollado, igual de tieso y peripuesto, sin ninguna caña, como un encurtido bañado en mercurio y alcohol, como un pimiento moruno escabechado.
Mateiu I. CaragialeLos depravados príncipes de la vieja corte
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