Miguel Najdorf, quien vio la luz el 15 de abril de 1910 en Grodzisk Mazowiecki, Polonia, bajo el nombre de Mojsze Mendel Najdorf, se destacó desde temprana edad como una promesa en el ajedrez. A sus 20 años, ya era reconocido como uno de los jugadores más sobresalientes de Polonia.
En 1939, su vida tomó un rumbo inesperado. Al encontrarse participando en el Torneo Internacional de Ajedrez en Buenos Aires, la Segunda Guerra Mundial se desató. Frente a la adversidad y el conflicto, Najdorf optó por permanecer en Argentina. Aunque esta elección le permitió salvar su vida, tuvo que pagar el alto precio de perder contacto con su familia en Polonia, descubriendo posteriormente que habían perecido en el Holocausto.
En tierras argentinas, Najdorf no solo halló un refugio, sino que también dejó una marca indeleble en el ajedrez nacional e internacional. Es ampliamente conocido por la Variante Najdorf de la Defensa Siciliana, una de las líneas de apertura más populares y analizadas del ajedrez moderno. En 1943, en un esfuerzo por comunicarse con su familia en Europa, estableció un récord jugando 40 partidas simultáneas de ajedrez a ciegas, con la esperanza de que la noticia llegara a sus seres queridos. Durante su carrera, Najdorf acumuló innumerables logros, entre ellos, ser subcampeón olímpico representando a Argentina, ganar el campeonato nacional de ajedrez argentino en ocho ocasiones y triunfar en prestigiosos torneos como Mar del Plata en 1961 y La Habana en 1962 y 1964. En 1950, con la instauración del sistema de títulos oficiales por parte de la FIDE, Najdorf fue distinguido como Gran Maestro Internacional. Participó en el Torneo de Candidatos al título mundial en 1950, alcanzando el quinto puesto, y en 1953, en el Torneo de Candidatos de Zúrich, se ubicó en la sexta posición.
Sin embargo, más allá de sus hazañas en el tablero, Najdorf es recordado por su carisma, su fervor por el ajedrez y su papel como guía de numerosos talentos emergentes en este deporte.
El 4 de enero de 1997, en Málaga, España, Miguel Najdorf nos dejó, pero su legado y aportes al mundo del ajedrez continúan vivos, erigiéndose como un referente y fuente de inspiración para generaciones de ajedrecistas.
Fuente: el Grupo Ajedrez de Silicio del Facebook
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